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¿Y qué es el lenguaje inclusivo?

El lenguaje inclusivo es un término demasiado amplio porque, en teoría, se refiere a un conjunto de recomendaciones sociolingüísticas para evitar o disminuir cualquier recurso del lenguaje que propicie daño, burla e invisibilización hacia diversos grupos.


De tradición feminista, hoy podemos distinguir entre ¿subcategorías? como el lenguaje no sexista y por extensión, el lenguaje claro: a saber, lenguaje que sea accesible para personas con ciertas discapacidades.


Con la eterna bendición de la polisemia, cómo no, el lenguaje inclusivo no tiene una sola definición. Y es ya un enorme campo de estudio en varios idiomas.



Veamos algunos mitos alrededor de esta causa:


1. "No es popular"

El lenguaje inclusivo tiene varios recursos ya que son perfectamente populares y son aceptados por la RAE. Por ejemplo, hasta hace nada se usaba "la médico" para referirse a las médicas porque era lo estandarizado, de hecho, muchas personas siguen creyendo que este es «el uso correcto».

El uso del género no marcado, otra herramienta inclusiva, nunca ha presentado ningún drama para la estructura del idioma. Y el neo-pronombre inclusivo como el elle es hoy bastante común entre una generación creciente de jóvenes de toda habla hispana.


Pensemos ¿Por qué un “los abogados” incluiría a las abogadas? La evidencia sostiene que este uso invisibiliza a las mujeres, pese a que se insista dogmáticamente que el masculino genérico les incluya porque es “neutro”.


Pero… ¿Por qué un elemento lingüístico tiene que ser «universalmente usado» para que sea "validado"? Existen multitud de jergas, acentos y comunidades con su "propio idioma", expresado en palabras, terminologías y recursos lingüísticos distintivos.


Nerds, programadores, gamers. ¿Están estas comunidades tan variopintas entre sí destruyendo el idioma? ¿Alguien les solicita que esperen a que la RAE reconozca términos de uso diario en sus vidas? ¿Tiene toda la sociedad de habla-hispana, que no es gamer, ni geek, ni de la misma región, ni del mismo país, ni del mismo continente, conocer cada una de esas palabras para que sean "correctas"?



2. "Es político"


Así es. Como todo el lenguaje, de hecho.


Quienes ridiculizan este recurso por su tinte ideológico pecan, en el mejor de los casos, de ingenuidad: la ideología como la política, impregna absolutamente todo de nuestro carácter social humano.


Como ser humano, eres un ser político e ideológico, por más que no ubiques conceptos, por más que te creas neutral u objetivo.


¿La neutralidad y la objetividad son posibles? Por supuesto, pero irónicamente eso no está para nada presente entre quienes rechazan el lenguaje inclusivo (u otras ideas progresistas). Sólo terminan por presumir prejuicios, ignorancia e indiferencia. Lo que dudo mucho sea algo cercano a la objetividad.


La objetividad la encuentras más al reconocer que, precisamente, eres alguien político e ideológico. Y a partir de ahí sigue lo demás.



3. ¿Importa que el pronombre neutro sea aceptado por la RAE?


La academia ha mencionado todo este tiempo que su motivo del rechazo es que su uso no se ha estandarizado universalmente (aquí, aquí). En cuanto eso suceda o alcance la suficiente repercusión, lo aceptarán. Pero sea como fuere, nunca nada debe ser "aprobado" por una academia para que una comunidad de hablantes lo adapte.


Sucede al revés: les hablantes usan los que se les antoje y la academia que tienen simples funciones descriptivas, lo estandariza, es decir, lo denomina de uso recomendable. Y eso es lo que la RAE ofrece en la práctica: recomendaciones, "reglas", que no son absolutas, ni rígidas ¡ni tienen porqué serlo!



4. El problema no es el lenguaje inclusivo sino las vidas fuera de la cis-norma


Aunque el lenguaje inclusivo es un extenso campo de estudio que ofrece infinidad de recursos para disminuir patrones irrespetuosos en nuestra comunicación, muchas personas sólo ubican este concepto por el famoso pronombre neutro elle.

Construido e ideado desde dentro de la comunidad queer, es necesario tanto como para incluir personas no binaries como a las mismas mujeres y hombres cisgénero. Las personas del colectivo nunca han pretendido imponer nada. Esto se trata de concientizar (e incomodar porque estamos forzades a hacerlo).


Con una recomendación y moldeamiento voluntario de un elemento particular del lenguaje, simplemente revaloramos nuestra propia existencia. Y es agotador notar que todo el "debate” sobre el uso del elle sea protagonizado por gente cis-género que se opone al recurso. Las voces trans a duras penas tienen un espacio para defenderse.


Se nota así que lo que causa más burla, escarnio y violencia es un recurso particular que ataca de forma directa a la cis-norma. Nadie ridiculiza tanto decir “la médica” pero decir “le médique” o “compañere” es hasta garantía de acoso. Y justo por eso se nota que es necesario el pronombre elle: para defender nuestras vidas, para burlar al cis-tema y concientizar al respecto.



4. Recomendaciones finales y conclusión


El lenguaje, al ser parte de nuestra existencia humana, es otro elemento que puede colaborar para menospreciar o invisibilizar personas, dependiendo de cómo se use, en qué tono, dónde y porqué. Nunca nadie ha dicho jamás que decir "amigue" eliminará la discriminación para siempre a todos los niveles ni te quitará lo transfóbico o misógino en otros aspectos de forma automática.


¿Si no usas el elle estás pecando de transfobia? Es más que probable. Los prejuicios están muy internalizados inclusive entre la misma población queer.

Pero no pasa nada si personalmente usas poco o nada ese recurso en particular.

Tampoco decirlo te hará une aliade ideal, porque no es cuestión de dejar de hacer equis tontería y ya. No. Nosotres no pretendemos salvar el mundo con una e.


Hace falta una gigante labor de desaprendizaje para entender las dinámicas socioculturales que facilitan o construyen las desigualdades, y en eso todes estaremos aprendiendo siempre.

Que el lenguaje inclusivo levante tanta agresividad y obvia ridiculización (y en especial, más que nada, el pronombre elle), llamándolo tiránico, perverso, aberrante e innecesario, ilustra perfectamente que es una iniciativa útil para visibilizar las condiciones de vida de diversas poblaciones en los márgenes de la sociedad, pues revela una conducta a la defensiva de quienes están en posiciones más privilegiadas. De a poco y con multitud de tácticas las vidas fuera de la cis-norma empiezan a estar en igualdad de condiciones con las personas cis-género.


En toda lucha siempre hay quien se ofende y se siente a la defensiva, quien pretende cegarse y pensar que todo está bien tal cual es. Que la lucha es una pérdida de tiempo, un victimismo o fanatismo ridículo. Lo más presente en toda reivindicación es que enfurece e incómoda. Esto es imprescindible para lograr cualquier mejora. Porque quien se beneficia del status quo a costa de aplastar a otres no va desligarse de su privilegio a voluntad.




 

Nota de equipo Caribeñxs: Este blog es un espacio digital seguro para llevar a cabo la labor de comunicar, opinar, informar y dar visibilidad a nuestras habilidades. Si deseas participar, envíanos tu propuesta a caribenxs@gmail.com


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